En muchos casos, una empresa necesita dotar su instalación de un suelo con un pavimento especial debido a la actividad que va a soportar. Por ello, existen pavimentos y suelos especiales compuestos por resinas que tienen una serie de propiedades que pueden dotar una superficie de resistencia a ataques químicos, hacer que un suelo sea conductivo para zonas ATEX(atmosferas explosivas) o para quirófanos. Otra de sus funciones es hacer que un suelo tenga características anti-electroestáticas para industrias electrónicas. Asimismo, los pavimentos especiales pueden ser transpirables para lugares con altos niveles freáticos o tener alta resistencia a la abrasión el desgaste.
Hay varios sistemas como el multi-capas QCF con árido de cuarzo, que cumple con estas condicione, así como higiénicas y sanitarias que requieren los suelos en la industria agroalimentaria, por ejemplos en cocinas y otros lugares donde se manipula alimentos.
También el recubrimiento extra-duro de resina como protección o reparación de soleras (cementosas , cerámicas, etc…) o dotarlas de una capa antideslizante de color, opaca o transparente.
Son, estos últimos, suelos que, además de resistencia, son de limpieza sencilla y se pueden dotar de diferente coloración (Ej. tiendas Decathlon)
El linóleo (De lino, y del latín olĕum, aceite) es un material utilizado para construir recubrimientos de suelos fabricado a partir de aceite de lino o linaza solidificado mezclado con harina de madera o polvo de corcho colocado sobre un soporte de una lona, tela basta o esterilla. Se le suele agregar pigmentos naturales a la mezcla para darle distintos colores y dibujos (ej. marmoleado).
Desde su invención en el año de 1860 hasta que fue superado en la década de 1950 por otros recubrimientos para suelos más duros, el linóleo fue considerado un material excelente y barato apropiado para recubrir zonas sujetas a alto tránsito. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, era muy utilizado en pasillos, corredores y salas, y como complemento para zonas con alfombras. Sin embargo, la mayoría de la gente asocia el linóleo con su uso como material de revestimiento de pisos de cocinas. Su resistencia al agua permite un mantenimiento y limpieza adecuada en zonas como hospitales y cocinas. Hasta hace muy poco, en que ha sido sustituido por vinílicos especiales, era muy usado en clínicas y hospitales debido a que el aceite de linaza le confiere propiedades bacterio-estáticas.
Actualmente, los pavimentos de linóleo son pavimentos ecológicos, con una amplia gama de diseños y colores, con fácil mantenimiento y duraderos, elegidos por diseñadores y arquitectos para los proyectos en sectores como el sanitario, educación, restauración e ideal en proyectos de gran envergadura.
Una de las características de la moqueta es su propiedad de absorber el sonido, además de eliminar el ruido de impacto. Con una moqueta, la llamada vida del ruido es sólo la mitad de larga que con un pavimento liso. Esto se aprecia claramente en instalaciones con un gran número de gente, así como en lugares donde el silencio y reducción acústica, sea una necesidad, como clínicas, hoteles, oficinas diáfanas o de telefonía, Cines y teatros, bibliotecas, escuelas, etc. Especificar moqueta en la planificación, permite un gran ahorro en medidas acústicas.
Son cómodas y agradables permitiendo andar descalzo, son muy cálidas en el invierno y frescas en verano gracias a su absorción térmica, lo cual pone en desventaja a cualquier otro tipo de pavimento siendo el único material con esta peculiaridad. Resumiendo esta ventaja, la moqueta es lo más adecuado para instalar en salas de estar y dormitorios.
Fácil mantenimiento. Con un aspirador pasamos por encima de la moqueta eliminando el polvo acumulado, se puede lavar en seco. La moqueta no revela las huellas de zapatos con barro o mojados. Asimismo, no manifiesta los rayados producidos por patas de muebles, como un suelo duro y liso.
Actualmente hay una gran variedad de materiales para elegir para la moqueta que queramos poner en nuestra vivienda,
oficina o negocio.
Pueden ser sintéticos o naturales, de fibras vegetales, de lana… Incluso con vinilo trenzado, que imitan fielmente
el aspecto de fibras naturales. Aunque tradicionalmente las mejores moquetas han sido siempre las de lana, hoy en día
la mayoría se hacen a base de mezclas con materiales sintéticos que permiten bajar el precio, sin que apenas se note
una merma en la calidad.
Materiales que facilitan su limpieza y además que permiten que tengamos una mayor variedad de estilos y tonalidades.
Aunque las más conocidas se hacen en rollos, cada vez más se están imponiendo las de losetas, por la facilidad para
combinar tanto los dibujos (rayas, lisas,...) como los colores (por ejemplo: adamascado,...) y la facilidad de cambiar
la loseta manchada o deteriorada, ya que se suele instalar con un adhesivo siempre abierto, que permite quitar
y pegar de nuevo durante mucho tiempo.
El fenómeno de la electricidad estática se produce como consecuencia del contacto, fricción y separación de electrones provenientes de dos materias de naturaleza diferente, influenciados complementariamente por las condiciones ambientales (temperatura y humedad relativa del aire).
El resultado es la aparición de cargas electrostáticas que en determinados casos, pueden generar efectos molestos para las personas y perjudiciales para determinados tipos de instrumentos, aparatos electrónicos y de alta precisión.
Los efectos de estas descargas electrostáticas, a nivel humano, se solucionan con la utilización de pavimentoscon un potencial de carga electrostática de < 2 Kv
Tipos de pavimentos conductivos en función de su comportamiento electroestático:
La tarima flotante está hecha 100% con madera, aunque también la encontramos de bambú y corcho. Suele ser una base de maderas más económicas o aglomerado, que tiene en los laterales la forma de las ranuras para que las lamas encajen entre ellas. Después lleva una capa de madera de 2 mm o 3 mm que es la que le da el acabado estético y finalmente unas capas de barniz para endurecer la superficie y proteger la madera.
El nombre de flotante le viene por el tipo de instalación, ya que va sobre un aislante “flotando” en vez de estar fija al suelo como las baldosas o el parqué. Es un suelo delicado y necesita cierto mantenimiento y limpieza. No obstante a llevar una capa de madera, en la mayoría de los modelos, puede admitir una reparación lijando y barnizando la superficie, pero hay que tener en cuenta que solo disponemos de 2 / 3mm, así que no darán para mucho. Las ventajas de este suelo son la belleza que tiene y la capacidad aislante de la madera.
El suelo laminado es básicamente imitación de madera. También lleva una base que suele ser de madera prensada o MDF y muchos casos, tratada contra la humedad, después encima otra superficie que imita a la madera y finalmente una capa transparente y durísima que le da la capacidad de protección frente al desgaste y el uso.
La instalación es similar a la de la tarima flotante. Sus mayores ventajas son la resistencia y la facilidad de limpieza, pero, por el contrario, estéticamente no tiene la presencia de la madera natural, aunque el acabado está muy conseguido y con algunos modelos el resultado es espectacular.
Finalmente, decir que la tarima flotante suele ser mucho más cara que el suelo laminado, aunque, al ser madera natural, tendremos menos opciones de color y diseños.
Para las variantes, la instalación se hace sobre una subbase de foam o caucho de diferentes calidades y grosores, según lo requerido en cada caso, como protección de humedades, por ejemplo, sensación de confort y sobre todo para una mejor acústica y reducción de ruidos al pisar.
Es el sustituto moderno del linóleo, pues su instalación y propiedades son muy similares, siendo el vinilo un material más resistente y duradero, y con un mejor comportamiento ante el fuego. Con diferentes tratamientos superficiales para conseguir mayor resistencia a la abrasión, resistencia a agentes químicos, incombustibilidad, características antideslizantes, o mejoras en el aspecto estético, la impermeabilidad, y la fácil limpieza y mantenimiento. El suelo de PVC puede clasificarse en dos grandes grupos: suelo continúo en rollo (flexible) y suelo de losetas (algo más rígido). Pueden presentar distintos tipos de colores, imitación de maderas, piedras, metales y otros materiales.
Estos suelos son calientes y suaves al tacto, y con grosores superiores a los 3mm presentan cierto acolchamiento. Estas características, junto con su fácil limpieza y buena adherencia, los hacen ideales como suelo infantiles, deportivos, acústicos, ... por lo que existen en el mercado muchas marcas que ofrecen todo tipo de estampados bien sea con dibujos o imitando varios tipos de materiales y superficies. Además se pueden soldar los paños para ese efecto continuo.
Las losetas o lamas de vinilo son algo más rígidas y duras. Según los modelos y características pueden ir pegadas a la solera, o sueltas como las denominadas auto-portantes y las cada vez más populares en tarima flotante con un sistema “Click” similar a las tarimas de maderas o laminados. Aventajando estas últimas en durabilidad, mejor amortiguación al ruido y sobre todo, resistencia a humedades por ambas partes (debajo y encima). También imitan otros tipos de materiales.
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